Al mismo tiempo que en Castilla se alzaban los comuneros, en los reinos de Valencia y Mallorca estallaba una amplia revuelta social conocida por las Germanías.
Carlos I no había convocado las Cortes de Valencia, como era preceptivo, y nombró virrey al conde de Melito, circunstancias que irritaron a los valencianos. Las Germanías nacieron en Valencia hacia 1519 por la oposición que existía entre la burguesía urbana y la nobleza rural. Armada la primera para defenderse de las incursiones berberiscas y estructurada en gremios, muy pronto fue adoptando una organización militar bajo las Juntas de los Trece. La habitual elección de jurados de Valencia fue la chispa que encendió la confrontación, y la muchedumbre atacó al palacio virreinal. La guerra se extendió por todo el país con gran ferocidad.. Los menestrales se batieron con energía y proclamaron una “guerra santa” contra la nobleza, que era apoyada por las masas moriscas. El odio secular entre la burguesía cristiana y los campesinos moriscos impidió su unión contra la nobleza territorial y planteó la guerra como un típico conflicto de clases. Vencidos los rebeldes en Oropesa y capturado su Caudillo, Vicente Peris, en Valencia, y tomadas Játiva y Alzira el reino fue pacificado definitivamente. Algunas partidas que se levantaron en Armas en Cataluña y en el Bajo Aragón fueron disueltas con rapidez.
En Mallorca la revuelta popular alcanzó una gran intensidad, y a diferencia de lo ocurrido en Valencia, el campesinado se unió a los menestrales. Los “agermanats” mallorquines llegaron a controlar toda la isla y establecieron un régimen igualitario, tras diezmar la nobleza. A finales de 1522 una flota imperial procedió restablecer el orden anterior, y dio paso a una severísima represión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario