sábado, 5 de abril de 2008

La restauracion; fuerzas sociales y politicas de oposicion

Conforme avanza el siglo XIX y las transformaciones sociales y políticas de carácter capitalista se van haciendo evidentes, de la llamada "cuestión agraria", que tanto preocupó al reformismo liberal, se pasará a la "cuestión social". Aquélla queda subsumida en ésta. Empieza a surgir el problema obrero (relaciones patrón-obrero, conflictos laborales, condiciones de vida y de trabajo, salarios). La conflictividad social entrañará también un conflicto de carácter ideológico que irá más allá de la confrontación patrón-obrero, y que se verá como una amenaza al "equilibrio" alcanzado en la sociedad. El protagonismo de las masas en la esfera política y social va siendo cada vez mayor, de ahí la necesidad de articular respuestas, tanto sociales como políticas, a los desajustes que crea esta nueva situación. Dichas respuestas serán variadas, se mostrarán como opciones diferentes desde posturas ideológicas diferentes, pero que, en cualquier caso tratan de superar los planteamientos y propuestas propios del liberalismo oligárquico imperante.
Entre 1835 y 1883, las tentativas de crear una Comisión para el estudio de la situación de las clases trabajadoras en España tendrán poco éxito. Entre 1874 (Decreto 10-1-1874 que declara ilícitas las reuniones y asociaciones) y 1881 (momento en que el régimen empieza a liberalizarse, plasmado en la aparición de nuevas tendencias reformistas) el movimiento obrero sufre una profunda represión.
A partir de 1881 empieza a salir a la luz el mov. Obrero, justo a raíz de la legalización de que serán objeto los sindicatos obreros por unas Cortes de mayoría liberal. Hasta 1883, la legislación laboral es escasa y de corte benéfico y paternalista. A partir de esa fecha empieza a parecer indiscutible y necesaria la intervención estatal en las cuestiones sociales: cobra fuerza el reformismo social parlamentario y gubernamental, en el que confluyen la tradición reformista burguesa y las presiones del movimiento obrero. Es el momento de la "cuestión social", como cuestión y problema también de orden público y moral. En efecto, ya desde 1876, momento en que se fundó en Madrid la Institución Libre de Enseñanza, se fue desarrollando en España el principal núcleo del reformismo liberal burgués. Este movimiento extenderá su influencia al propio Partido Liberal a través de miembros como Segismundo Moret.
En 1883 se celebra en Valencia el Congreso Nacional de Sociología, en el que debatirán las diversas tendencias y posiciones dentro del reformismo liberal. Se plantea ahí la necesidad de crear una comisión que estudie el problema obrero... y que proponga soluciones (Tras ese debate estuvieron los sucesos de la "Mano Negra" en Andalucía y la urgencia de defender el orden social y público). De ahí surgirán las líneas maestras que inspirarán la futura acción de la Comisión de Reformas Sociales (creada por Real Decreto de 5-12-1883). En esas pautas o líneas de actuación hay una sobreestimación de las reformas morales, educativas y jurídicas, y se confía en el intervensionismo social más que en el estatal. Se muestran contradicciones: para muchos el problema obrero no es un problema social, sino de orden público, cuya solución pasaría, por tanto, por una política de represión-integración del conflicto obrero; para las posiciones reformistas más avanzadas, más que un intervensionismo estatal, directo o indirecto, lo que se necesitan son iniciativas que permitan ver el problema obrero como una cuestión social, necesitada de políticas a largo plazo que hagan evidentes las varias facetas o caras que muestra ese problema. En la exposición preliminar que acompaña al Decreto que crea la Comisión de Reformas Sociales, Moret, ministro de la Gobernación del gobierno liberal presidido por Posada Herrera, expone las circunstancias y razones que aconsejan la creación de dicho organismo, reflejando una clara convicción reformista liberal respecto al sentido, alcance y necesidad de dicha reforma social. Se trató, en fin, no de una comisión Parlamentaria, sino dependiente del Ministerio de la Gobernación, que desplegaría sus tentáculos a partir de comisiones locales y provinciales (en todas las capitales menos en Madrid). A base de realizar encuestas, se trataba de recoger información amplia, pero también opiniones sobre las necesidades obreras, condiciones de vida, trabajo, etc., pero sobre todo se pretendía generar conciencia del problema. Este era el objetivo prioritario de la Comisión de Reformas Sociales. Su misma creación supuso un gran paso adelante en la institucionalización del conflicto social y en el avance y presencia social y política del mov. obrero.
Sus logros se vieron obstaculizados por la falta de medios, de hecho estuvo en letargo hasta 1890, No llegó a disolverse, pero no se sabe que se reuniera periódicamente. Toda la información que recogió la Comisión entre 1884 y 1885 no se publicó hasta 1889 por falta de fondos: su financiación estaba a cargo de uno de los capítulos del presupuesto de Gobernación que decía: "gastos eventuales que ocasione la conservación del orden público"
Esta línea de actuación tendrá un segundo momento con la creación del Instituto de Reformas Sociales (fundado por el Gobierno en abril de 1903) para el estudio de las condiciones de vida de las clases trabajadores, para que se elaboraran propuestas destinadas a suavizar los conflictos y tensiones sociales, etc. Este organismo publicó, entre 1904 y 1923 muchas obras, sobre todo estadísticas sobre el coste de vida, la jornada laboral, huelgas, emigración obrera, conflictos, así como recopilaciones de legislación social y laboral, censos de asociaciones, etc. Destaca su estudio sobre la situación del campo en Andalucía. Su Junta Rectora la formaban 30 miembros; 18 eran elegidos por el gobierno, 6 por la patronal y 6 por los obreros.

Los Socialistas legalizarán su partido en 1887, al tiempo que se aprueba la ley de Asociaciones de 1887, saliendo de la clandestinidad en la que se encontraba desde su fundación en 1879. La UGT, por su parte, se fundaría en 1888. Todos estos hechos abren una nueva etapa en el movimiento obrero del último cuarto del siglo XIX.
Iglesias, Mª Carmen y Elorza, Antonio, "La fundación de la Comisión de Reformas Sociales", en Revista de Trabajo, nº 25, Madrid, 1969, págs. 73-105.
Legislación social en la historia de España. De la revolución liberal a 1936. Madrid Congreso de los Diputados, 1987.

2 comentarios:

Menchu dijo...

Interesante: no sabía que el partido socialista y la UGT habían sido fundados hace taaaanto tiempo.

Un consejo (desde mi humilde opinión, claro). Intenta hacer los posts un poco más cortos, la gente suele pasar de los tochos largos. (Si es imposible resumir, publícalo en diferentes capítulos, siempre es más ameno).

Un saludo y a seguir así, Panchi!

Unknown dijo...

pos si lo habia pensado lo hare asias por el consejo!